INTRODUCCION:
Hola a todos. “AAPI” (Ayuda a Adictos a la Pornografía en Internet), como su nombre lo indica, representa para mí la
puesta en marcha de una idea que se ha instalado en mi mente desde hace ya
largo tiempo. Debo confesar que recién ahora logré reunir las energías
suficientes como para exponerlo públicamente.
Mi nombre es Gabriel, divorciado y con una hija. Soy
una de las tantas víctimas (hombres, en la gran mayoría de los casos) seducidas
por este verdadero flagelo del siglo XXI. Con mucho esfuerzo, ayuda y habiendo
pagado un precio muy alto, pude superar esta pesadilla.
Es por ello que el espíritu del presente es
intercambiar ideas, experiencias de vida ó cualquier testimonio que promueva la
toma de conciencia acerca de las terribles consecuencias que, progresivamente,
trae aparejado el uso y abuso de lo que comienza siendo un entretenimiento que
deriva en situaciones desastrosas, no sólo para el ADICTO, sino también para su
propio entorno (familia, amigos, trabajo, estudios, etc.)
DESARROLLO:
Para comenzar, transcribo la definición que
encontré del concepto "ADICCIÓN", en la enciclopedia virtual
Wikipedia:
"Indicadores de adicción:
Definir exactamente lo que se entiende por adicción no
es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o
con el abuso de las drogas, pero esta claro que los comportamientos adictivos
van más allá. De hecho, la clave de la "adicción" es una necesidad o
dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación,
una actividad o una cosa. Conforme a esto, es realista y apropiado decir que
cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.
Hay seis indicadores claros de una
adicción:
Un objeto
de deseo. Siempre hay un
objeto de deseo. Este es la sustancia, cosa, actividad o relación que
conduce a la adicción, sea alcohol, comida, sexo, juego, pornografía,
internet, drogas, o cualquier otra cosa que provoque ideas obsesivas y
derive en comportamientos compulsivos.
Preocupación. Existe una obsesión con el objeto de
deseo, una necesidad de la cosa que provoca la adicción.
Comportamientos
guiados. Existe una
compulsión por reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca el
comportamiento adictivo.
Falta de
control. La adicción
siempre implica una pérdida de control sobre los pensamientos,
sentimientos, ideas o comportamientos cuando aparece la cosa deseada.
Incluso cuando un adicto intenta detener o cortar sus comportamientos
adictivos, falla en el intento. Esta es la clave y la característica
central de la adicción y la dependencia.
Dependencia. Hay una dependencia respecto al objeto
del deseo, física o psicológica, y sólo esa cosa puede satisfacer el deseo
del adicto (al menos temporalmente)
Consecuencias
negativas. La adicción
siempre va acompañada de consecuencias negativas. Una de las consecuencias
más comunes es la depresión. El mayor deseo de un adicto es conseguir la
ansiada felicidad y, al ver que no es posible con la cosa deseada, entra
paulatinamente en una depresión que, a su vez, intenta superar con un
mayor uso o consumo de esa cosa deseada."
¿Cómo empezó todo?
Desde que instalé Internet en casa de mis padres,
situación que se prolongó en mi vida matrimonial. Muy rápidamente me
“enganche”, tal como ocurre con las drogas. Al principio todo parecía perfecto,
hecho a mi medida.
Factores que me garantizaban el “placer
absoluto”:
Material
ilimitado: La cantidad de material (fotos, videos,
etc.) que podía bajar de la red era ilimitado. Por lo menos en mi caso nunca
me impusieron restricciones desde las Empresas proveedoras del servicio de
Internet.
Material
prácticamente gratuito:
El único costo monetario que tenía era el abono del “dial-up”, en
principio, y luego las sucesivas ofertas de banda ancha. Teniendo en
cuenta la cantidad ilimitada de material que podía bajar, la relación
costo–beneficio resultaba ampliamente favorable.
Material
variado: Desde la comodidad de mi hogar disponía
de un abanico inmenso que iba desde la simple desnudez hasta la zoofilia.
Inclusive recuerdo la cantidad de material pedófilo que circulaba por la
red años atrás con mucha fluidez ya que, lamentablemente, no se había
impuesto todavía un control más estricto. Sin embargo me siento realmente
aliviado por no sólo evitar material con menores de edad sino que
inclusive recuerdo haber denunciado estas prácticas en los pocos sitios
que fueron surgiendo con el objeto de combatir esta crueldad.
Preservación
de la intimidad: Cualquiera de mi generación recordará lo
engorroso y vergonzoso que resultaba el hecho de tener que exponerse
públicamente a la hora de adquirir material pornográfico en las épocas de
la adolescencia (kioscos de diarios, videoclubes, etc.) Toda una proeza!
Pero con la llegada de Internet, Santa Solución! Tema superado! Adiós a la
vergüenza pública! De esta manera, nadie se enteraba acerca de mis
actividades “socialmente desaprobadas”, según lo que yo sentía por
entonces.
Anonimato: Otro condimento más. Por muy poco dinero a
cambio, disponía de todo el material porno que quisiera, de lo más
variado, muy cómodo sentado frente al monitor, y en la más absoluta
soledad, lo que aseguraba resguardar mi intimidad, y como si esto fuera
poco, la frutilla en la torta… el anonimato. Esta maravilla moderna me
ofrecía además la posibilidad de ver y/o aportar material para adultos,
opiniones en foros, etc, sin que nadie tenga dato alguno acerca del autor
de dichas acciones. El hecho de no tener que dar la cara envalentona a
cualquiera.
En fin, con todos estos ingredientes comenzaba para mí
el principio del fin. Sin embargo, existe una salida, y eso es lo que más
importa!
Síntomas de adicción:
Aislamiento progresivo: Surgió en mí la progresiva tendencia a evitar encuentros sociales en general,
poniendo excusas absurdas las más de las veces.
Conflicto de relación padre-hija: Comencé
a sentir el rechazo de mi hija hacia mi persona (los niños son muy perceptivos)
No le correspondía con la actitud que ella esperaba de mí. Lamentablemente, mi
cabeza estaba en otra cosa y no contaba ya con la capacidad de registrar
siquiera el “ruido” comunicacional entre mi hija y yo.
Tendencia a reaccionar con ira: En
los pocos momentos en que debía sí o sí relacionarme con el entorno, me
mostraba irascible. Cualquier cosa me molestaba, no sentía placer por nada.
Cansancio crónico: Todo
el tiempo estaba cansado ya que todas las noches me quedaba “trabajando” en la
computadora durante horas…
La mentira: Al
principio, la excusa del “trabajo” funcionaba, pero con el correr del tiempo ya
no tenía manera de sostener dicho argumento e inventaba otros. Como “la mentira
tiene patas cortas”, se sumó entonces la difícil tarea de recordar esas
excusas, lo cual resultó muy complicado y derivó en reiteradas contradicciones.
Esto último es justamente lo que llevó a mi esposa a percibir que algo raro
estaba pasando.
Desvíos de la libido: Es
duro reconocerlo pero debo ser honesto. Mi energía sexual sufrió
progresivamente un desvió y pasó a canalizarse a través de la masturbación
compulsiva ante la visualización de las imágenes virtuales. Mi esposa elevaba
sus quejas alegando la falta de interés de mí hacia ella, que ya no la
“buscaba”. Mucha razón tenía en reprochármelo.
Desinterés por cualquier actividad recreativa: Actividades como la práctica de deportes, hobbies, ó el sólo hecho de
sentarme en el banco de una plaza, fueron dejadas de lado. Había perdido
completamente el interés por todo eso.
En síntesis, mi esposa fue quien durante mucho tiempo
me advirtió acerca de mi progresivo aislamiento y dejadez, en lo personal y en
la relación con el entorno familiar y con la sociedad en general. La ira y la
mentira fueron los recursos que utilicé como escudos para hacer frente a las
situaciones que sí o sí requerían de mi interacción con el entorno, lo cual
resultaba ser más una confrontación que una relación medianamente equilibrada.
Consecuencias:
Como resultado de esta
aventura, mi esposa y mi hija fueron quienes más sufrieron ya que durante mucho
tiempo han dado señales de alerta acerca de lo que me estaba sucediendo. Me
advertían acerca de cada uno de los síntomas de adicción pero yo seguía firme,
viviendo mi propia realidad, una realidad paralela representada por ese paraíso
que me garantizaba la felicidad y placer absolutos, negando y repudiando, por
supuesto, aquellas advertencias.
Detallo a continuación las terribles
consecuencias de esta adicción, según mi propia experiencia:
Físicas:
- deterioro
progresivo en la columna vertebral.
- deterioro
progresivo en la vista.
- serios
trastornos alimenticios, debido a las alteraciones en el manejo adecuado de la
calidad, cantidad y distribución horaria de las comidas como así también a la
excesiva velocidad de ingesta de los alimentos.
- cansancio
físico por la falta de sueño.
Psíquicas:
- Cansancio mental por la falta de sueño.
- Pérdida de la
“memoria fresca”.
- Negación de la
realidad (y construcción de una nueva realidad paralela)
- Confusión
entre lo real y lo imaginario.
- desvalorización
de la mujer real debido a la falsa idea de mujer que se construye a partir del
modelo que emana del material pornográfico (mujeres perfectas, fáciles, sin
ningún tipo de compromiso a afrontar con ellas)
- Tendencia a la
masturbación compulsiva, evitando así el contacto íntimo con mi esposa ya que
me resultaba más cómodo satisfacer los impulsos sexuales a través de la práctica
sexual en solitario.
- Desinterés por
todo, sean cuestiones afectivas, actividades sanas, etc.
- Sensación de
insatisfacción permanente, lo que deriva en la búsqueda compulsiva: cada vez se
necesita más y más material, no solamente en cantidad sino en variedad y nivel
de rareza para lograr la misma satisfacción (por analogía: el drogadicto que
necesita cada vez dosis más grandes y más variadas de drogas para sentirse
satisfecho)
- En los casos
de personas con neurosis obsesiva compulsiva, como en mi caso, los rituales se
potencian.
Sociales:
- Familia: distanciamiento de la pareja (en
todo sentido), lo cual puede derivar en divorcio. Falta de atención hacia los
hijos, se comparte mucho menos, se los disfruta menos.
- Trabajo: La falta de sueño y las
alteraciones psíquicas provocan un decaimiento abrupto en la eficiencia laboral
(impuntualidad, desinterés por el crecimiento, apatía, mal humor, desgano,
incumplimiento de tareas, etc.)
¿Cómo pude superar esta adicción?
Mi esposa fue muy perseverante con relación a las
llamadas de atención hacia mi persona. A mí me enfurecía, pero gracias a su
insistencia en exponer los síntomas que observaba en mí, sentí un “click” en mi
mente, reconocí mi adicción y acepté ayuda profesional. Ya a esa altura me
había divorciado, la relación con mi hija apenas si había mejorado y los
fracasos laborales eran constantes. Sin embargo sentía que estaba a tiempo de
cambiar.
Acepté iniciar un tratamiento con una médica-psiquiatra, quien me
recetó dos psicofármacos que aún hoy están dando sus frutos, y terapia con un
psicólogo.
Paralelamente, ha dado sus frutos mi vuelco hacia la
espiritualidad (no hablo de religiosidad) Creo fervientemente en Dios como
energía divina, como conciencia elevada de la que todos formamos parte. Buscar
a Dios dentro de mí, con total convicción, me permitió conocer LA
VERDAD, lo que verdaderamente importa. Cuando oramos pidiendo protección al
Señor, al ángel de la guarda (que todos tenemos), a los Santos Protectores o a
los Maestros Ascendidos como Jesús, créanme que esas palabras tienen PODER, son
ENERGIA PURA. Pidan protección a esas Conciencias Superiores acompañada de la
genuina voluntad de uno por cambiar, ya que ellos no pueden hacer algo por
nosotros si uno no está convencido de que lo puede lograr.
Agradezco profundamente el haber vivido aquel suceso
CAUSAL que me condujo al encuentro con una Estación de Radio denominada
FM.Dakota (104.7) Esto no solo consolidó mi vuelco integral hacia la Luz, sino
que me abrió las puertas de un abanico enorme de oportunidades de crecimiento
espiritual, iniciándome en la participación activa de talleres holísticos y en
el acceso a terapias y medicina complementarias, encontrando el verdadero
sentido de la vida.
Cabe agregar que el hecho de no encerrarse es
fundamental. Aconsejo ver la luz del sol, practicar deportes al aire libre,
hobbies, sentarse en el banco de una plaza, hablar con la gente, aunque el tema
no sea profundo, pero comunicarse cara a cara es muy saludable.
CONCLUSION:
A pesar de todo y con mucha satisfacción puedo decir:
MI VIDA HA CAMBIADO PARA BIEN. Por ello es que decidí exponer este “flagelo
virtual”, contar lo que me pasó y cómo pude superarlo.
Considero la exposición de mi testimonio de vital
ayuda para todos aquellos que se sientan identificados con mis vivencias e
inclusive para aquellas personas que perciban que un ser querido está
transitando el camino equivocado.
Aguardo sus comentarios, opiniones ó testimonios de
experiencias similares a la mía, propias ó de terceros, los cuales enriquecerán
el contenido de este Blog y serán de gran ayuda para aquellos que deseen
liberarse y disfrutar de una vida digna.
Los invito a
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GRACIAS!!!